Despedida del maestro

Querido Manué, antes de nada darte las gracias por darme la oportunidad de escribir en tu blog. A continuación tengo que decirte que tu maestro ya no aguanta más.

Tú no te has enterado pero hasta hoy he hablado de ti a mucha gente. De ti y de la familia que tienes, con sus cosas buenas pero sobre todo de sus cosas a mejorar. Esas cosas que reciben el nombre de mal-trato.

He hablado lo primero con tu papá y tu mamá pero ellos la verdad no es que no quieran o puedan mejorar esas cosas, es que no saben. Han aprendido a vivir así, con mal-tratos y como te quieren, creen que es lo mejor el repetir sus aprendizajes contigo. Necesitarían ayuda.

He hablado con la dirección del colegio para buscar esa ayuda pero aunque ellos debieran saber qué es lo mejor para ti, no están dispuestos a seguir los protocólos de actuación ante mal-tratos. Me han dicho que si lo hicieran tu papá y tu mamá se enfadarían mucho y vendrían al colegio a pelearse con los maestros, a pincharle las ruedas de los coches, o incluso a quemar algo. Necesitarían saber cuales son sus obligaciones profesionales; las que gustan y las que no gustan pero hay que cumplir.

Hemos hablado con los servicios sociales y nos dicen que hacen lo que pueden. Que no pueden hacer más. Deberían saber que si es verdad, pueden pedir ayuda a otros estamentos superiores como Menor y familia de Murcia, pero madre mía, eso sería reconocer que no saben o pueden hacer su trabajo.

Por último he hablado con mi psicólogo de mi enfermedad, de cómo me afecta la frustración de vivir con impotencia todo lo que te he contado. Manué, empiezo a tratarte como lo hacen tu papá, tu mamá, la dirección del colegio, la administración, aunque con más agresividad. Esa agresividad que va dirigida hacia ellos y que aunque tú no te mereces por desgracia recae en ti. Debería hacerle caso a mi psicólogo y lo he hecho.

Durante un tiempo ya no voy a ir al cole, no voy a ser tu maestro, el médico me ha dado la baja, pero no te preocupes que no es para siempre. Necesito un tiempo para curarme.

Tiempo para repetirme que en el fondo tú no eres responsable de lo que eres y en lo que te estás convirtiendo; que no puedo luchar contra la dirección del cole y su ignorancia en el tema del mal-trato; que trabajo con un claustro de maestros en el que la mayoría sigue aferrado a un pasado mejor y casi todos con miedo de enfrentarse a la verdad y a la justicia y para darme cuenta de que la administración tiene fallos y vacíos que la gran mayoría de sus funcionarios por comodidad, falta de formación o de medios no puede cambiar ni llenar. Pero sobre todo sobre todo, estrategias para aprender a asumirlo viviéndolo sanamente, pues todo esto no puedo cambiarlo pero mi forma de afrontarlo, digerirlo y llevarlo sí.

Querido Manué, necesito tiempo para curarme para volver a clase para tratarte como te mereces, con amor, respeto y sin perder la esperanza en que sirva de algo.

Muchos besos y cuando llegues a la clase dales a tus compañeros y compañeras un aplauso amoroso de mi parte.

Te quiero mucho Manué. Nos vemos en la calle.